domingo, 16 de marzo de 2014

Buscando un material reflectante

En la instalación "Welcome" (realizada en Proyectos 4, en Diciembre de 2012), pude comprobar la eficiencia de una superficie reflectante a la hora de calentar un interior. En esta instalación, las únicas fuentes de calor eran las personas y las velas que iluminaban ese espacio construido con un fino cartón y forrado de papel de aluminio. En ese momento tuve una extraña sensación de calidez en la que influyeron, aparte de las condiciones de temperatura e iluminanción, las situaciones de complicidad que se produjeron en ese atípico interior.

En lo relativo al proyecto, Armejún es un lugar muy frío. Lo cual constituye una oportunidad para ocasionar situaciones de calidez entre María y la comunidad de repobladores en el interior del refugio, que vayan más allá de provocar unas buenas condiciones térmicas. Es decir, facilitar el acercamiento y la inmersión de María en esta comunidad utilizando como medio un ambiente cálido.


"Warm space", parte de la instalación "Welcome" (Proyectos 4, Diciembre de 2012)
Una vez tuve clara la sensación que quería conseguir, me dispuse a experimentar con el aluminio. Encontré una persiana de aluminio, la cual me resultó interesante porque además de estar hecha del material que buscaba, estaba conformada con dos planchas de aluminio plegado y un aislamiento térmico interior. Lo cual (salvando las distancias) se podía asemejar a un panel sándwich convencional.

La persiana estaba acabada con un lacado blanco que posteriormente lijé con grano fino por una de las caras. El resultado de este proceso fue un acabado de aluminio visto pero poco brillante debido a la oxidación natural. Aún así me dispuse a realizar un pequeño test (explicado aquíen busca de alguna información extra. Y los datos que me arrojaron ese test me permitieron darme cuenta de tres cosas fundamentalmente:

- La primera es que el acabado lijado no generaba una superficie lo suficientemente brillante como para reflejar el calor, por lo que a pesar de notarse un aumento de temperatura en el interior del pequeño habitáculo, el material se quedaba con una gran parte del calor cedido por la vela sin reflejarlo.

- La segunda es que ese calor acumulado en la cara interior del material se transmitía por las juntas (que no tienen aislante) a la cara exterior, por lo que la cara exterior se encontraba también muy caliente a pesar de tener un aislamiento térmico intermedio.

- Por último, el test me sirvió para comprobar que las condiciones de iluminación se acercaban bastante a lo que pretendo conseguir.

Fotografía del test realizado

Para mejorar lo segundo sólo es necesario disponer menos juntas y más separadas, pero para mejorar lo primero debía conocer la existencia de un acabado para el aluminio que proporcionara una alta reflexión. Entonces me dispuse a hablar con la empresa Alucenter, a la cual llegué gracias a la existencia de este blog sobre energía solar.

El especialista con el que hablé me informó sobre la existencia de una acabado anodizado "de alto brillo" y me explicó de qué se compone. Cuando le expliqué mi propósito (no sin cierto miedo al fracaso), él mismo me informó de la existencia de otros proyectos similares y de cierta singularidad con los que han trabajado.

Pero esos otros proyectos aprovechan las capacidades reflectantes de ese acabado que ofrece su empresa para reconducir la luz y el calor del sol. Sin embargo, no me habló de ninguno que utilizara ese recurso en interiores y con una reducida fuente de energía como una chimenea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario